fotógrafo profesional Zaragoza

Cuando supe que Carmelo Rebullida iba a exponer en La Lonja, tuve una sensación maravillosa, acojonante. Todo un orgullo.
Hoy 17 de mayo he ido a verla y me he emocionado, sensacional, épica, divina.

Conozco a Carmelo desde 1987, ambos coincidimos exponiendo uno detrás del otro, en la Sala Barbasán, desde entonces guardo un sentimiento por él, como persona y artista, muy elevado.
Hemos tenido momentos unos mejores que otros; por mi parte nunca he dejado de admirarlo y respetarlo, sintiendo un gran orgullo por su obra y saber que de una forma u otra “algo nos une”.

Estando en la exposición he tenido la necesidad de recoger imágenes, no llevaba ninguna de mis cámaras, pero cogí el móvil y me puse a “captar espacios”.  No he podido sacar altísima calidad en los archivos, pero sí toda mi ilusión para  crearle  este humilde tributo,


Mi tributo a un pintor excepcional

Cuando aflora el subconsciente